La influencia del R&B afroamericano en los jóvenes blancos de EEUU en los años 50
“obligó” a la elite cultural crear ídolos y músicos que “taparan” a aquellos “demonios”. Así, surgirá
una estrella única e inigualable que le dará al nuevo estilo y moda musical la seriedad y estética que
merecía: Elvis Aaron Presley.
En el interior del mundo de la música de los ’50, desesperada por buscar gente blanca que
tenga el espíritu negro, había una frase muy famosa: “quién encontrase a un blanco que interpretara
la música al estilo negro se llenaría de oro”. Fue en este momento cuando Sam Phillips (dueño de la
discográfica Sun) pega el salto de la sala de casting y grita a todos los cielos: “he encontrado al
blanco con alma negra”.
Si hay una figura relevante por encima de cualquier otra en el mundo del rock, ésa es la de
Elvis Presley. Sin duda, el cantante más influyente y carismático de la historia, pero también un
absoluto genio en lo que a sus valores musicales, artísticos y sociales se refiere. Cambió la música
para siempre. “Sin Elvis, no habría Beatles”, dijo John Lennon, “Antes de Elvis, no había nada”,
“Elvis fue el big bang del Rock and Roll”, agregó Bono de U2.
En lo cultural, Elvis rompió las barreras sociales. Aclaremos. Es un invento del comercio,
pero fue más allá. Se impuso a una generación de jóvenes blancos enloquecidos, deseosos del R&B
afroamericano, que consumía cualquier cosa parecida a la música de Chuck Berry, Little Richards o
Fat Domino. Pero Elvis muy indirectamente y sin darse cuenta, unió la diversidad cultural de
EEUU. En una época donde la segregación racial era muy fuerte, el Rey del rock llevó al interior de
las casas tradicionales el ritmo frenético, la música de los malos de la película. Por ello para los
adultos, Elvis personificaba a Satanás en el mundo de Dios. No dejó una tradición intacta como se
la conocía antes: cumpleaños, navidad, el ejército, la guerra, el consumo, la vestimenta, la comida.
Todo fue cantado, bailado, flexibilizado, y lo mejor: frivolizado.
En lo musical, Elvis combina ritmo, voz y baile. El ritmo, es R&B. En cuanto a la vocalidad
del Rey no hay nada que decir: su tonalidad country muy baja y grave que tanto lo caracterizó sigue
vigente hasta el día de hoy. Y lo más increíble fue su baile: sus movimientos de cadera, de rodillas,
de cuello, de hombros, sin alterar su voz ni ritmo. Esto es increíble. De estos tres elementos surgen
los parámetros y referencias del rock que nunca se modificarán. Todos los subgéneros se
diferenciarán por ellos: la alteración del ritmo, de la voz y del baile. Pero todas estas diferencias
serán iguales a Elvis.
Pero por encima de todo ello, hay algo que vistió la construcción del padre del rock: su
estilo, su clase, sus frases, su ropa, el aura que lo rodeaba como si fuese un ser sobrenatural. Un
genio.
A pesar de haber lanzado previamente dos singles fundamentales para su carrera y para la
historia del rock: “Hound Dog” y “Heartbreak Hotel”, el 13 de mayo de 1956 con la salida del
álbum “Elvis Presley” (con la discográfica RCA) se decreta el nacimiento del rock. Con canciones
del R&B afroamericano (“I got a woman” de Ray Charles o “Tutti Frutti de Little Richards) que
sonaban demasiado blanco. Con canciones del country blanco que sonaban demasiado
afroamericano. Ni R&B ni country, había nacido un nuevo género: el Rock and Roll.
Luego de una velocidad de fama jamás vivida por ningún artista, Elvis incursionará mucho
en películas mediocres, que le hicieron tanto mal a él como al cine (todas acompañadas con su
banda sonora para vender discos). Y finalmente, en 1957 el Rey ingresará al ejército, después de
que miles de jóvenes apedrearan el pentágono y que las influencias de la RCA quedaran en vano
para impedir su desaparición musical.
Las cosas no eran iguales en cuanto a él y el comercio que lo rodeaba. En ese momento
nadie sabía que la cultura y la música habían cambiado para siempre, y dejaron que la moda se vaya
desinflando. A excepción de un gran álbum lanzado en 1960 (“Elvis is Back”), luego de su salida
del ejército, en el cual se escucha una voz mucho más elaborada y su intención de convertirse en un
músico serio. Los tiempos habían cambiado y ganaban espacio otros músicos de distintas
características y de otros continentes, pero que sí entendían al nuevo mundo y al legado del Rey que
debían continuar.
Su muerte termina de forjar el mito. Hasta el día de hoy se lo llora. Hay leyendas de intentos
de robo del cadáver y brujas que se contactan con él. Las discográficas reeditan todos sus discos
periódicamente. “Elvis está vivo, me lo dijo un amigo cuando el sol empieza a caer”, reza Andrés
Calamaro.
Mientras nacía y se quedaba para siempre el ritmo del rock como género y arte gracias a
Elvis, un joven poeta de las zonas más humildes y abandonadas de EEUU tomará el tren junto a su
guitarra con su música folk de protesta y contracultural. Llega Bob Dylan a la gran ciudad, pero esta
es otra historia.