Santa Fe y San José del Rincón,
dos ciudades hermanadas en el paisaje del albardón…
El 15 de noviembre la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz conmemorará 450 años de su fundación. Tan significativa fecha ahonda sus raíces en cuatro siglos y medio de historia y el despliegue de ese tiempo, evocativo de innumerables generaciones, ha significado el desarrollo en un territorio geográfico determinado, con expresiones culturales diversas, a veces en diálogo, otras en tensión, que han permitido obtener un resultado rico en manifestaciones diversas.
Como parte de la actual área metropolitana de la capital provincial, a pocos kilómetros hacia el noreste, San José del Rincón conserva la impronta, ya que no prístina, si esencial en cuanto a su posición geográfica, paisaje y expresión cultural, de una población que surgió y creció junto al despliegue de Santa Fe.
La urdimbre que se ha tejido entre San José del Rincón, que cumplirá su decenio institucional, también, este 2023, remonta sus orígenes a los últimos años del siglo XVI, y se entrelaza con la de Santa Fe.
En primer lugar, cabe señalar que San José del Rincón surge como núcleo poblacional hispano inmediatamente después de la fundación de la ciudad de Santa Fe, en jurisdicción de la actual población de Cayastá. Según consta en actas, el 7 de diciembre de 1580, vale decir, siete años después de la constitución de la ciudad de Santa Fe, es el mismo fundador, Juan de Garay, quien destina las tierras sobre las cuales hoy se asienta Rincón al criollo Antón Martín y señala: “con vuestros hechos habías ayudado mucho en esta conquista y población aderezando las armas a los soldados, sin de ello hayáis recibido ninguna paga más, de con celo servir a Su Majestad”. El beneficiado con tal título había participado de la expedición que termino fundando Santa Fe en su emplazamiento original.
Con el otorgamiento de tierras a Antón Martín, desde el límite que establecía la unión de la laguna Setúbal con el río Colastiné hacia el Norte y el Este, comenzaron a sucederse hechos trascendentes que se asentaron en los registros. Mudada Santa Fe, entre 1550 y 1560 desde su primitivo emplazamiento a su ubicación definitiva, en el entonces territorio conocido como “Rincón de Lencinas”, el pago rinconero quedó cercano a la creciente urbe, volviéndose proveedor primario de la ciudad y frontera defensiva.
Ya en los primeros años del siglo XIX, Rincón proporcionó hombres a las luchas independentistas. El “Combate del Rincón” fue un enfrentamiento ocurrido el 8 de mayo de 1812 entre una partida de Blandengues de la Frontera de Santa Fe, pertenecientes a las Provincias Unidas del Río de la Plata, y un grupo de corsarios realistas españoles desembarcados de un barco procedente de Montevideo. Fue esta una de las primeras acciones de lucha independentista y en defensa del territorio frente al poder europeo. Años más tarde, el 15 de julio de 1818, el gobernador Vera había sido depuesto por la oposición de sus propios aliados, quedando indefensa la ciudad de Santa Fe. En esas circunstancias, el Brigadier López partió desde Rincón y entró, el 23 de julio, a la capital provincial y asumió como gobernador de hecho; unas semanas más tarde fue reconocido como titular por el cabildo local. Tal importancia había adquirido Rincón en la vida institucional y política de e Santa Fe que en 1819 era cabecera de uno de los cuatro departamentos de la provincia junto a Coronda, Rosario y La Capital.
Con la venia del Brigadier Estanislao López habría de llegar a Rincón, en 1823, Fray Francisco de Paula Castañeda, quien ese mismo año funda la primera escuela de Artes y Oficios de la República Argentina y levanta la histórica capilla. Decía Castañeda: “No basta con enseñar a leer y escribir. También deben integrar un plan educativo, la enseñanza del dibujo, la geografía, la historia, la geometría, la náutica, la arquitectura civil, militar y naval, la esgrima, la danza, la música, el nadar y andar a caballo, pronunciar correctamente el idioma nativo… y mil otras particularidades que, aunque no prueban sabiduría en quien las posee, arguyen mucha ignorancia o muy mala crianza en quien las ignora”. De ambos acontecimientos, el próximo 23 de diciembre, se cumplen sendos bicentenarios, en coincidencia con aniversarios emblemáticos, como los 450 años de la fundación de Santa Fe, los 170 años de la sanción de la Constitución Nacional, los 40 años del retorno de la democracia a nuestro país y el primer decenio de la ciudad de San José del Rincón. La labor desarrollada por Fray Francisco de Paula Castañeda desde Rincón, población a la cual le asignó su nombre definitivo, y en intima conexión con Santa Fe, fue excepcional dado que no sólo se centró en la alfabetización sino que se extendió a la intensa labor periodística, ácida y revolucionaria, que lo había transformado en un perseguido político en Buenos Aires.
La escuela fundada por Castañeda fue el origen de la escuela Nº16, que lleva su nombre. De ese espacio institucional surgió la figura de un emblemático intelectual, nacido en Rincón, autodidacta, que habría de dar a Santa Fe una de sus mejores páginas vinculadas a la educación: Domingo Guzmán Silva. Fue periodista, escritor, inspector de escuelas, encargado de la biblioteca de la legislatura santafesina, convencional de la constitución de 1900, presidente del Consejo de Educación, profesor de literatura en la Universidad.
La figura de Domingo Silva como bisagra entre San José del Rincón y Santa Fe ha de oficiar simbólicamente como elemento de constante pasaje humano entre ambos puntos poblados del litoral santafesino. De hecho, desde la segunda mitad del siglo XIX, numerosas familias reconocidas de la sociedad santafesina habrían de instalar sus moradas de descanso en la ribera rinconera, eligiendo este pueblo como espacio de esparcimiento y solaz, hecho significativo que se constituye como una primera aproximación a lo que hoy se conoce como turismo de cercanía y que continúa manifestándose como un rasgo social y cultural distintivo.
Promediando el siglo XX, una corriente cultural de relevante proporción habría de afianzar las vinculaciones entre Rincón y Santa Fe, a la vez que se difuminaban los límites geográficos entre la creciente población costera y el barrio de Colastiné, hermanadas ambas poblaciones en un mismo abrazo de arena y agua. Numerosos intelectuales y creadores artísticos se afincarían o instalarían sus talleres en la Costa. Un arquetipo de hombre sucumbió al embrujo. Luis León de los Santos abandonó el ajetreo de Buenos Aires para instalarse en la llanura que nunca dejó de amenazar el río. La casa oratorio que construyó con Amparo, la inseparable hermana, fue un retablo para que el arte hallar su espacio y fuese inspirador. Y ahí se consolidó el hado, el aura, el nimbo, la luz de hechizo de Rincón. Su invaluable colección de arte, gestada en esta ciudad costera, pasó a formar parte del patrimonio del Museo Provincial de Artes Visuales “Rosa Galisteo de Rodríguez”.
En este reducto de pocas manzanas, de escasas cuadras entre el arroyo y la laguna, en estas horas dilatadas, crearon los consagrados. Como al decir de Mujica Láinez, que visitó el pueblo el lunes 6 de julio de 1959, aquí crearon: Ludovico Paganini, Francisco Puccinelli, Matías Molinas, Ricardo Supisiche, Miguel Flores, Gustavo Cochet, Roberto López Carnelli, José Planas Casas, Mercedes Viader, Jorge Planas Viader, Hugo Gola, Beatriz Vallejos, Juan José Saer, Carlos Guastavino, Hermenegildo Lucero, Raúl Cerda, Federico Aymá, Ana María Pizarro, Alicia Sedlacek, Raúl Schurjin, Rubén Sedlacek, Lito Benvenutti, Julio Lamertyn, Dolly Pussi, Fernando Birri, Perla del Curto, Nanzi Sobrero, José Bonaparte, todas figuras que descollaron en sus ámbitos de creación y que hoy se lanzan como baluartes de la cultura santafesina en la región, el país, el mundo.
El delicado mundo territorial, pese a la fortaleza de sus cimientos, corre riesgos. Los profundos cambios, las sostenidas transformaciones globalizantes, hacen que las marcas identitarias regionales se vean bajo constante amenaza. La desculturización del paisaje, la desintegración de lazos sociales, ponen a quienes establecen diálogos con la naturaleza y los congéneres en una dimensión humana y escala espiritual, en la misión de activar los engranajes para rescatar las memorias, reivindicar los lazos con el ecosistema, refundar el pacto con la naturaleza y con las sociedades que la habitan. En tal sentido, profundizar el conocimiento de la historia y los análisis de la contemporaneidad resultan acciones necesarias para sostener los signos identitarios que se han mantenido en la sobrevivencia a lo largo de los siglos.
Así, las vidas cotidianas de San José del Rincón y de Santa Fe se han ido tejiendo de modo simultáneo y de forma interdependiente; ambas ciudades han gestado hombres y mujeres de relevante pensamiento y acción de notable influencia recíproca, y la construcción del futuro ha de constituirse en la prescindencia de las diferencias políticas que otrora las separaban. El cumplimiento de sendos aniversarios las encuentra en un mismo espacio de conmemoración y disposición a la puesta en valor de sus instituciones, paisajes e historias.
Fernando Marchi (*) (*) Es periodista y escritor. Escribe poesía y narrativa. Nació en Santa Rosa de Calchines – Santa Fe en 1975. Actualmente es Concejal de la Ciudad de San José del Rincón, su lugar de residencia. Año 2023